
Hoy podemos comprobar cómo cada día más niños se crían y educan fuera de casa y de ésta forma son dejados bajo la tutela de cuidadores, vecinos o en jardines infantiles, por el solo hecho que ambos padres deben trabajar, para poder solventar los gastos familiares.
Al poder citar esta realidad que hoy ya es parte de nuestro día a día, podemos confirmar que poco a poco ya apreciamos los primeros resultados en el tiempo, en una sociedad ya enferma, carente de valores y con un colapso grave al interior de la familia chilena.
El porqué de ésta situación lo vemos reflejado en el grado de violencia que en cada momento vemos en nuestros niños, sobre todo en la interacción entre ellos.
Sin duda es un tema que tiene bastante preocupado a los padres y los estudiosos de la conducta humana, ya que el descontrol que estamos viendo en continuos ejemplos, con los potenciales pequeños- niños delincuentes, llama bastante la atención. Casos dónde hemos podido apreciar a delincuentes menores de edad portando armas de fuego y disparándoles a sus víctimas, sin ningún motivo. Es decir, de qué estamos hablando, cuando estos Pseudo-niños son detenidos y por ser menores de edad, según los jueces, no ocasionan daño a la sociedad y por el contrario, unas horas atrás, fueron detenidos por asaltar a un local comercial con armas de fuego.
Al ver como esto ya es parte de nuestra sociedad enferma, se me viene una reflexión sobre una madre que fue entrevistada hace un tiempo, madre que pedía disculpas por la conducta delictual y violenta de su hijo, ya que según ella “Este niño era incontrolable y su conducta ya escapaba de su rol como mamá».
Verdaderamente estos casos son muy graves ya que lamentablemente no son aislados y la Ley Anti- Delincuencia Juvenil, desde su puesta en marcha, no ha hecho nada al respecto, asumiendo de acuerdo a las últimas encuestas de índices de victimización que «Han aumentado sistemáticamente los casos de delincuencia en menores de edad y que éstos al ser detenidos, son inmediatamente puestos en libertad».