Si bien hoy la ciudad de Puerto Montt es calificada como una zona conflictiva por parte del gobierno que se rehúsa a mantener la cuarentena, la que ya hemos vivido por casi cuatro meses.
La situación que viven los puertomontinos es completamente diferente a lo que se vive en Santiago y en las zonas que ya disfrutan de una aparente normalidad.
En Puerto Montt ya vamos por los cuatro meses con el comercio y empresas locales cerradas, con pymes quebradas y con una casi nula ayuda por parte del Estado Chileno. Con un Gobierno que se preocupa en gran parte de lo que ocurre en Santiago y su normalidad, que los hace alegrarse con su “Metro que hoy nuevamente vuelve a funcionar en plenitud”. Pero aquí la realidad es diferente, ya que la gente no ha podido trabajar y por ende, no tiene ingresos para subsistir y menos pagar sus cuentas, con grandes sumas en deudas de luz, agua y gas, más atrasos en arriendo y para qué hablar de los días de terror que viven los pequeños empresarios locales, que siguen luchando por no desaparecer.
Actualmente la realidad de Puerto Montt es una verdadera nebulosa, ya que el futuro se ve tan incierto, más aún la población que ya no respeta la “Famosa cuarentena”, cuarentena que desde el primer minuto fue mal diseñada.
En Puerto Montt cuando no había limitaciones de restricción, no existían tantos casos de corona virus, y cuando se instauró, sorpresivamente se dispararon los niveles de contagios. Por tal motivo la gente empezó a dudar y hoy menos obedecen las instrucciones de las autoridades por percatarse que desde el inicio no existía casi nada de control en las calles.
Sin duda es imposible hacer una cuarentena con tan escasa dotación policial que circula en la capital regional. Más aún con las mismas autoridades que han prometido ayuda a la ciudadanía, ayuda que solo le llego a los sectores más vulnerables de la población en una primera etapa. Pero la clase media quedó en el total abandono. Con esto no se justifica la oposición de la gente, sino que al día de hoy la cuarentena “ya no funcionó, y solo debe terminar y retomar las labores con los resguardos necesarios.