Estimados lectores, ésta semana solo les dejaré una tarea a reflexionar en éstas breves palabras, dónde me inunda nuevamente la gran problemática que nos afecta actualmente en nuestro país.
Respecto al tema polémico de la semana y del último tiempo «Las protestas por todo».
Es verdad que la educación y la salud han sido un tema de muchos años y los estudiantes, profesores y trabajadores del sector público y los chilenos en general se aburrieron de las promesas y al actual gobierno le pasaron la cuenta de lo que no hicieron los «otros», pero ahora todos se suman por uno u otro motivo. Las autoridades han dado señales de avanzar, pero «nadie aprecia nada, solo seguimos en toma, dicen los alumnos, pero que toma si los colegios están, casi desiertos, salvo algunos que juegan por los pasillos, entonces de que paro hablamos. Siendo que no existe ningún ánimo de arreglar las cosas». De acuerdo a esto surge la gran pregunta... «Dónde vamos a parar, si no existen acuerdos, todas las partes se tornan tozudas y no hay ningún avance al respecto».
Entonces a quién le vamos a seguir echando la culpa, si en las votaciones del congreso la misma concertación vota en contra de las soluciones propuestas por parte de sus mismos integrantes, surgen personajes alzando la voz de vez en cuando «solo para revolver el gallinero y no aportan ninguna solución». Es decir, si analizamos las últimas encuestas, a parte del gobierno que sale con saldo negativo, el gran problema del país es que «Ya no cree en la clase política, porque se siente decepcionada, por tantas promesas pendientes, en cada elección se han presentado excelentes proyectos que solo han quedado en el papel de las buenas intenciones, desde el inicio del arcoíris de la concertación se prometió una educación de dignidad para todos los estudiantes y tras más de 30 años de falsas promesas, donde no hicieron nada y ahora «les pasaron la mochila al gobierno de turno, inclusive culpándolos de no hacer bien las cosas.
Entonces señores políticos...ya basta de seguir culpando y sacándose las responsabilidades ante la opinión pública, a la gran mayoría de los chilenos, no nos interesan los partidos políticos, solo queremos que «nuestro Chile retome la senda del crecimiento y el orden público, para que los estudiantes vuelvan a clases y los trabajadores a sus puestos de trabajo, es decir, que existan mayores oportunidades de trabajo y la equidad social no quede solo en una bonita palabra.