Así como le tocó el año pasado un proceso de descanso de su extracción a la merluza y otras especies, de gran demanda, ahora también le corresponde la veda biológica por un periodo de 9 meses para los recursos Raya volantín (Zearaja chilensis) y Raya espinosa (Dipturus trachyderma). Prohibición que rige desde este sábado 01 de abril hasta el jueves 30 de noviembre. En todo el mar territorial. Sin duda este tipo de medida hoy es muy necesaria para la gran mayoría de las especies marinas que han sufrido una sobre-explotación de parte del sector pesquero. Un ejemplo de esto es el “jurel” pez que hace unos años era tan abundante en nuestras costas, que la gente no lo consumía, despreciándolo por su bajo precio de mercado. Hoy este recurso solo lo vemos enlatado y proveniente de las grandes pesqueras, en su gran mayoría importado de países asiáticos, países dueños de los buques factoría, estos mismos que han arrasado fuera de las 200 millas marinas y muchas veces sorprendidos dentro de éstas mismas, infringiendo nuestras leyes chilenas.
Hoy el tema de las vedas es una materia necesaria por la sobre-explotación de todos los recursos de gran demanda, pero un tema que poco se ha tratado es la contaminación de nuestras costas. Un punto es controlar la captura de los recursos marinos y otra es cuidar su fuente de alimentación, la que afecta al desarrollo y salud de estas mismas especies marinas. Qué sacamos cuidar tanto a estas especies de su captura si “El hombre por otro lado sigue contaminando el mar- ríos y sus costas, envenenando esta misma fuente de alimentación. Durante los últimos años hemos sido víctimas de gran contaminación y muerte masiva de peces y mariscos y el gran culpable sigue siendo “El hombre”.