Hoy nuevamente estamos presenciando focos de vagancia de ciertos grupos que se han tomado los paraderos de micro y algunos lugares públicos enfrascados en el alcohol y drogas.
En este momento estos personajes están cometiendo actos indecorosos y atentando contra la moral y las buenas costumbres, frente a la comunidad puertomontina.
Por tal motivo cuando se habla de personas en situación de calle, nadie se niega en brindar una ayuda solidaria para las personas que realmente lo necesitan y quieren salir de la extrema pobreza con un techo, un plato de comida y vestuario. Situación que siempre es muy agradecida por las personas que reciben la ayuda de parte de la comunidad y autoridades.
Pero qué ocurre en el otro caso, cuando esto se transforma en vagancia, en algunos casos llegando hasta la delincuencia y más...
Sin duda las cosas cambian, sobre todo cuando sorprendimos a estos personajes adueñándose de los espacios públicos, utilizándolos como vivienda y baño a la vez y más aún en lugar de esparcimiento con alcohol y drogas. De estos casos que ya vemos ejemplos en el paradero de la bajada de la cuesta Ejercito donde el paradero al lado de la construcción de las veredas y calles, se convirtió en una vivienda con colchones, cajas de vino por doquier y al lado el área verde, en un baño público con olor nauseabundo, simplemente es la peor cara que le podemos mostrar a nuestros visitantes. Más aún cuando ya ha transcurrido más de una semana y nadie se hace cargo de esta situación. Verdaderamente cuando la gente pasa por estos lugares “da un poco de temor, ya que además, piden dinero a los que van pasando, convirtiéndose además en un presunto foco de delincuencia”.
Lamentablemente este ejemplo se repite en varios lugares de nuestra capital Regional, tales como frente a la plaza, de Armas, terminal de buses y otros lugares públicos.
Es hora de separar las cosas, ya que esta gente no quiere ayuda solidaria y menos salir de esta condición social.