Pasan los días y nuestro país sigue a la deriva como barco sin capitán, las Pymes sumidas en el desamparo y las familias en caída libre.
Aumento en materia de endeudamiento y falta de recursos para afrontar su día a día.
Mientras tenemos a un Gobierno indolente que solo le importa aprobar una constitución que no importa mayormente a la gran población de nuestro país.
Sin duda este segundo trimestre del 2022 ha sido lo peor vivido en años, con una inflación nunca antes vista y con familias que les aterra la palabra “supermercado” ya que con el solo hecho de ingresar estos recintos salimos tristes y sin poder satisfacer nuestras necesidades mínimas familiares.
Sumado a esto tenemos el fenómeno del pan, ese pan nuestro de cada día que cada vez cuesta más llevarlo a nuestra meza, con un valor kilo que ya superó por largo tiempo los $2.000.- más los otros producto de la canasta básica.
Lo más lamentable de esta situación es que cuando asumió el actual Gobierno le prometió a la ciudadanía que iba a estar siempre junto a ellos, y hoy ni los vemos y menos las ayudas solidarias, cuando ya han transcurrido más de 100 días en el mandato.
Es decir, hemos escuchado solo promesas y disculpas por los errores de “Un Gobierno en Práctica”.
Junto con esto, es importante destacar que hoy nuestro país avanza solo por lo que hace a diario la fuerza laboral que sigue a pesar de la adversidad, mientras que la clase política se sigue llenando los bolsillos discutiendo proyectos y sacando leyes que no sirven para ayudar a los chilenos. Hoy la ayuda solidaria es más urgente que nunca ya que iniciamos el invierno sin bonos ni colaboración para las pymes.