Esta patología sigue siendo la primera causa de muerte en mujeres, pese a ello, 9 de cada 10 de los casos detectados a tiempo tienen resultados exitosos.
El diagnóstico precoz mediante el chequeo anual con mamografía, además del autoexamen y la consulta con un especialista ante cambios en la piel de la mama, nódulos o retracción del pezón, cumplen un papel clave.
Cada 19 de octubre se conmemora el Día Internacional del Cáncer de Mama, patología que afectará a una de cada 12 mujeres a lo largo de su vida. En nuestro país, se trata de una de las enfermedades más frecuentes y una de las que más mortalidad provoca en mujeres. En 2020, se registraron 5331 nuevos casos (20.9%) y 1,671 fallecimientos, según Globocan. No obstante, los especialistas enfatizan que más del 90% de los casos podrían prevenirse mediante la detección temprana, el control de factores de riesgo y la realización de mamografías.
¿Qué signos de alarma son los más frecuentes?
Según la Dra. Claudia Gamargo, Oncóloga y Directora Médica del Instituto Cáncer Redsalud son la aparición de un bulto palpable o engrosamiento en la mama. También, cambio de tamaño, forma o aspecto de una mama, y en la piel sobre la mama; secreción del pezón que se produce de forma repentina, con sangre o solo en una mama; pezón invertido hacia dentro o una llaga en la zona del pezón, entre otros.
“El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente entre las mujeres de todo el mundo y en Chile no es la excepción. En nuestro país, hoy esta patología es la primera causa de muerte en mujeres. En esa línea, es vital crear conciencia en las mujeres sobre la importancia que tiene la detección precoz, el autocuidado, el tener buenos hábitos y realizarse el autoexamen y mamografía, especialmente entre quienes no se encuentran con sus exámenes vigentes o que nunca han accedido a uno. Estas medidas pueden hacer la diferencia y están directamente relacionadas con la disminución de la mortalidad”, sostiene la especialista.
Entre los factores de riesgo destacan la edad, ya que la mayoría de los cánceres de mama se diagnostica después de los 50 años; antecedentes de menarquía precoz, menopausia tardía, embarazo en edad avanzada, antecedentes familiares (madre-hermanas-tías) de cáncer de mama y ovario, mutaciones genéticas, obesidad, entre otros.
Mamografía y autoexamen: ¿Cómo y cuándo hacerlo?
La mamografía es la principal herramienta para la detección precoz del cáncer de mama. Actualmente, por ley, este examen se puede tomar sin orden médica y los trabajadores cuentan con permiso laboral de medio día.
"Este examen es fundamental ya que permite capturar una imagen de la mama para identificar posibles lesiones cancerosas, incluso cuando no son palpables. Por lo tanto, no debemos esperar a sentir una anomalía en la mama para realizarnos el examen, sino adoptar la práctica de someterse a él de manera preventiva. En este sentido, las mujeres de 40 a 44 años tienen la posibilidad de comenzar la detección mediante una mamografía anualmente. Para las edades de 45 a 54, la indicación es realizarla de manera anual mientras y a partir de los 55, la frecuencia puede ser reducida a cada dos años o continuar con la opción anual”, enfatiza.
Por otra parte, es esencial que las mujeres aprendan a conocer sus mamas, de manera que puedan detectar cualquier cambio visible o palpable de forma precoz, desde alteraciones en la coloración, forma y relieve, con el propósito de alertar a un especialista a tiempo. Sin embargo, según la oncóloga, “en ningún caso reemplaza a la mamografía”. Este debe realizarse como mínimo una vez al mes, la primera o segunda semana después de la menstruación y en el caso de pacientes que han llegado a la menopausia, elegir el mismo día cada mes.
En esa línea, la Directora Médica del Instituto Cáncer RedSalud explica el paso a paso para realizar un buen autoexamen:
- Primer paso: inspección visual
●De pie, frente a un espejo y sin polera, coloca las manos en la cadera ejerciendo una fuerte presión hacia abajo Mira con atención cada una de sus mamas, para detectar algún bulto, hundimiento o cambio de color en la piel.
- Segundo paso: revisión al tacto
●Lo primero es acostarse en la cama, en esta posición el tejido se vuelve más delgado y fácil de palpar. Sin embargo, también se puede realizar en la ducha. Para ello hay que enjabonar los dedos y las mamas para facilitar el desplazamiento sobre la piel.
●Coloca el brazo de la mama a examinar detrás de la cabeza y con la otra mano comenzar a palpar.
●Se sugiere realizar movimientos circulares con los tres dedos centrales presionando suave pero firmemente, desde la periferia de la mama hasta el pezón, y en el sentido de las agujas del reloj.
●Luego, realiza movimientos verticales desplazando la mano hacia arriba y hacia abajo, cubriendo toda la mama.
●A continuación, realiza movimientos de cuadrantes: la mano se desplaza desde el pezón hacia la periferia de la mama y luego regresa. Al igual que el paso anterior, se debe repetir hasta cubrir toda la mama.
●En la misma posición palpa la axila correspondiente a la mama que se está explorando. Desplaza la mano a lo largo de toda la axila realizando movimientos circulares, con una presión mayor respecto al caso anterior.
●Realiza la palpación de la areola y el pezón, presionando el pezón entre los dedos pulgar e índice. Observa si al momento de presionar existe algún tipo de secreción.
●Repite lo mismo en la siguiente mama.