El renovado drama que acosa a Fukushima.
La carne de jabalí era sin duda uno de los mayores manjares para los habitantes del norte de Japón, pero luego del accidente nuclear de la central de Fukushima, el jabalí dejó de ser un plato delicioso, para transformarse en un verdadero peligro.
Jabalíes con niveles de radiactividad de cesio de -137 (unas 300 veces más que los estándares seguros para la vida humana) deambulan a sus anchas por las calles de Fukushima. Incluso, han llegado a tomar casas abandonadas luego del desastre nuclear y no demuestran ningún temor hacia los humanos, sino que, muy por el contrario, son propensos a atacarlos.
Los residentes que desean retornar a sus hogares, no se atreven a hacerlo por temor a estos jabalíes, cuyo nivel de radioactividad los torna extremadamente peligrosos. Las autoridades japonesas han declarado la guerra a los animales, realizando una verdadera matanza a través de trampas, drones y francotiradores. En los últimos tres años, grupos de cazadores locales mataron aproximadamente a 13 mil jabalíes, pero esto no parece ser suficiente.
Se estima que desmantelar la planta nuclear y garantizar que Fukushima esté libre de radioactividad, podría tomar al menos 40 años.
Fuente: infobae.com