En relación a diversas opiniones vertidas en la prensa durante las últimas semanas, referidas a la situación del alza de la papa en nuestro país.
Deseamos precisar algunos aspectos que nos parecen importantes a tener en consideración, para el caso de este producto, pero también respecto a la producción en general de alimentos: 1.-En Chile, las cifras oficiales indican que existen cerca de 20.000 productores de papas, distribuidos a lo largo del país. La atomización de la matriz productiva permite que las diversas regiones puedan aportar producción a lo largo del año, para abastecer los principales centros de consumo.- 2.- Respecto a la situación de la producción de papas, ha existido un historial de arrastre de varios años de costos con tendencia al alza, principalmente fertilizantes y otros insumos vitales que han llegado a un incremento de un 300%. La imposibilidad siquiera de cubrir costos se tradujo en una reducción cercana al 20% en la siembra de este tubérculo, disponible para cosecha en 2023. 3.- Desde el punto de vista técnico, podemos informar que en forma histórica, cuando existe un 5% de aumento o disminución de producción nacional, se genera un cambio de precio al alza o baja, según el caso. Por ello, el 20% de menor producción siempre ha implicado la posibilidad de que exista menor oferta disponible. En el caso de la zona centro-sur, muchos productores están entregando sus últimos remanentes de papas disponibles, a precios acordados previos al alza. Una fracción importante comercializó toda su producción ya en el mes de mayo de 2023. 4.- El alza de precios de la papa a consumidor final se viene evidenciando desde hace varios meses, tal como lo muestra el siguiente gráfico, no siendo una consecuencia súbita y exclusiva de la situación de las últimas inundaciones ocurridas en la zona central durante el mes de agosto.
5.- Por lo anterior, se estima que la escasez de la papa se siga observando muy probablemente hasta el mes de diciembre de 2023. 6.- Respecto a la situación para el 2024, la baja producción actual, y la presión para cumplir con la demanda de consumo, ha llevado a una menor disponibilidad de semillas de papas para la próxima temporada, al menos en la macrozona sur del país. Ello supone que nuestra capacidad de producción puede que se incremente levemente, pero seguirá siendo muy por debajo de los niveles de producción de años anteriores. 7.- La gran dispersión territorial de los miles de productores de papas a lo largo del país hacen imposible que exista posibilidad de acordar precios para aumentos de valor a consumidor. Al igual que la mayoría de los alimentos que se producen en Chile en su eslabón predial, los productores son TOMADORES de precio, y dependen del valor que se esté dispuesto a pagar a niveles de centros de abastecimiento, o eslabones comerciales. Por ello, es indispensable conocer profundamente las cadenas de producción, ya que existen multiplicidades de factores que están implicados en las alzas de precio a pagar por parte de quien finalmente adquiere dicho productor para llevar a la mesa. 8.- En relación a la importación de papas, se desea indicar que tanto la recepción de productos importados, así como el envío hacia mercados exteriores constituyen prácticas dinámicas y habituales en nuestros rubros. 9.- Para SAGO A.G., existe una preocupación especial por el sector productor de alimentos, ya que el 2023 ha sido un año complejo para la mayoría de los rubros agropecuarios, siendo una oportunidad para incrementar la valorización que tiene el rol agrícola y ganadero para garantizar la posibilidad de producir alimentos inocuos, nutritivos y en calidad suficiente. El rol de apoyo del Estado en este sentido resulta fundamental, y resulta un tiempo preciso para incentivar planes de apoyo y el fomento de nuestra producción local. Porque son cientos de miles de familias las que están implicadas en Chile en esta noble cruzada, en su mayoría explotaciones PYMES o de autoabastecimiento, con un fuerte arraigo cultural y étnico de por medio.