El centro alberga a treintena de niños y cerrará en septiembre de no mediar solución.
El diputado por Los Ríos, Bernardo Berger, ofició al Ministro de Justicia para solicitar su intervención y evitar el cierre del centro de acogida Hogar Belén en Valdivia, que se produciría en septiembre próximo en caso de no encontrar un nuevo sostenedor.
En el documento oficial enviado ayer al Ministro de Justicia, el parlamentario le representó la inquietud que existe entre la comunidad valdiviana tras conocerse el eventual cese de prestación de servicios del centro de acogida Hogar Belén en Valdivia, obra privada que desde 1991 ha recibido y ayudado a acobijar a niños y niñas entre los cero y los 6 años, derivados desde los tribunales de Familia y Sename.
“Le he pedido al ministro su mayor atención personal en este caso, a fin de intervenir en la búsqueda de una fórmula que le permita seguir funcionando al hogar e impedir con ello que por una trampa del propio sistema público, una treintena de niños que viven en el hogar queden privados del cuidado y amor que, puedo dar fe, han recibido por casi 30 años de las tías y voluntarias de esta obra benéfica valdiviana”, sostuvo Berger.
El viernes último el legislador se reunió con voluntarias y directivas del centro de acogida, quienes expusieron los detalles y el real estado de la obra, así como los eventuales escenarios futuros para evitar un cierre, condicionado hoy a la aparición de un nuevo sostenedor con la capacidad de seguir administrando y financiando el hogar.
“El escenario en que se empieza a producir este cierre es preocupante en momentos en que no abundan precisamente en Chile hogares como éste, y sucede por la falta de acceso a recursos para permitir seguir sosteniendo esta obra, que es de una reconocida vocación social, surgida del voluntariado, en esta comuna y en toda la región”, manifestó.
Añadió que “pese a la excelente calificación que ha obtenido en las evaluaciones este hogar, ha debido enfrentase a una serie de ripios, impuestos por el propio Estado, en un verdadero contrasentido: el comodato del inmueble que ocupan hace años es transitorio, facilitado por Serviu, y se les renueva cada cinco años, periodo en extremo corto que impide poder acceder a recursos para mejorar su infraestructura”.
Berger agregó que esa condición les ha imposibilitado acceder a fondos como el Programa Especial de Residencia (PER) licitado el año pasado, y que podría haber ayudado a equilibrar la balanza financiera de las demás atenciones y servicios que presta en colaboración al Sename, precisamente por la imposibilidad de mejorar el recinto por el tipo de comodato asociado.
“La cuestión es que así como están las cosas, en septiembre este Hogar estaría cerrando sus puertas, desapegando de su alero a una treintena de niños que entre los 2 y los 6 años de edad prácticamente no tienen opciones de acogida en la región con las características y cuidados que les han entregado las funcionarias y voluntarias del Hogar Belén”, enfatizó.