
A pesar de los distintos y excepcionales acontecimientos de salud pública y sociales que hemos enfrentamos en el último año como país.
Los campos agrícolas, ganaderos o de esparcimiento en el sur de Chile siguen manteniendo una buena plusvalía en un escenario marcado por la incertidumbre.
La pandemia del Coronavirus, junto a los conflictos sociales desarrollados en nuestro país -en los últimos 12 meses del año- han generado un escenario económico marcado por la incertidumbre, donde muchos sectores productivos han sido afectados. A pesar de este complejo panorama, el mundo de los campos agrícolas y ganaderos se han visto potenciado en el último tiempo, básicamente por la seguridad que ofrecen a los inversores en tiempos complejos.
Así lo explica Hans Holzhauer, subgerente de Área Agrícola de Tattersall GDA, quien asegura que “la tierra sigue gozando de buena plusvalía y sigue siendo una excelente opción para quienes lo ven como una inversión segura al corto, mediano o largo plazo”.
Contar con un campo como inversión es ir a la base de todas las riquezas, la fuente de la que siempre han emergido los bienes. Pero, a diferencia de los billetes, que diariamente se imprimen cientos de millones, o de las viviendas o edificios, que se construyen continuamente, los terrenos agrícolas son un bien escaso. Y, precisamente por ello, suponen un auténtico activo refugio.
Otro de los factores relevantes al momento de elegir un terreno o campo para invertir, tiene que ver con el lugar geográfico donde se encuentre y también con las características de éste. Por ejemplo, si un sitio está a orilla de un lago o río, siempre tendrá una mejor plusvalía que uno que no lo tenga. Lo mismo ocurre con los terrenos cercanos a centro poblados o ciudades que hoy en día están más de moda o que son actualmente demandadas, debido a la cercanía que tenga para optar a servicios básicos, en caso de que la persona se traslade a vivir a estos sectores.
Otro aspecto relevante que se observa en las personas que invierten en campos, es que existe un alza en la demanda de terrenos con menor superficie, ya que son muchas las personas que buscan salir de Santiago y buscan lugares más tranquilos para vivir. “Hay también una alta demanda por terrenos o campos más pequeños, pensando en familias que quieren salir de la capital y tener una vida más campestre en regiones. Además, hemos notado mayor demanda en regiones por parte de inmobiliarias, que buscan terrenos con orillas de lago, ríos, o algún atractivo, como por ejemplo, bonitas vistas”, dice el experto.