
El Plan Cáncer que se impulsa, con la convocatoria de la academia, expertos en salud, el sector público y el sector privado, buscará establecer un Observatorio.
La convocatoria de la academia, expertos en salud, el sector público y el sector privado, buscará establecer un Observatorio con el objetivo de recabar información y datos fidedignos, con miras abordar políticas públicas de prevención y tratamiento.
La instancia busca favorecer la interoperabilidad de los sistemas de información de salud. Así, el análisis de datos de pacientes, disponible tanto en centros de salud primaria como en recintos privados y públicos de mayor complejidad, posibilitará avanzar en la comprensión de esta patología con miras a enfrentarla más eficazmente.
Así lo explica el urólogo del Departamento de Salud Municipal (Desam) y especialista en cáncer prostático, Christian Huidobro, quien alerta que “lo más grave es que los sistemas, desde la salud primaria hasta las áreas de alta complejidad, no se comunican entre sí. Ese es un tremendo problema para el manejo de pacientes y su seguimiento”.
El oncólogo remarca que, además de recopilar información de pacientes con cáncer, se debe procesar con toda la tecnología e innovación disponible.
“Es clave organizar bien este Observatorio con un buen levantamiento de información y un análisis con todos los avances disponibles de la informática y el Data Science, con un trabajo colaborativo con universidades. Por un lado trabajamos en desarrollo de algoritmos de información e inteligencia artificial, y por otro con la Fundación Arturo López Pérez, que tiene una gran experiencia en estos temas”, resalta.
En cuanto a los plazos, destaca que lo más importante es que existe “muy buena comunicación con instituciones a todo nivel, pues la celeridad para obtener toda la data no es rápida”.
En el corto plazo la tarea es realizar un levantamiento de datos y analizar cómo se puede mejorar su proceso. A mediano plazo, se debe establecer la estructura digital informática para crear las bases del repositorio de información. Y a largo plazo, se trabajará esa data y su utilización por los equipos clínicos.
Para que sea útil la información, Huidobro aseveró que debe ser trazable y entendible para las instituciones de salud para evitar lo que pasa en la actualidad entre los distintos centros.
“Por ejemplo, la información que se obtiene en el Hospital de Frutillar no se conoce en Puerto Montt ni en los Cesfam. Tampoco saben qué es lo que sucede con pacientes que se operan, irradian y llegan a controles a nivel primario, y las enfermeras no saben cómo tratarlos. Recurren a bases de datos pero sin acceso a toda la información del Servicio de Salud o el Hospital. Es clave en esta enfermedad contar con información que sea clara en todas las instancias”, señala.
Establecer y analizar estrategias
La subdirectora clínica del Departamento de Salud Municipal, Giovanna Bellocchio, manifiesta que uno de los déficits detectados es contar con información de calidad, que permita focalizar esfuerzos.
“Entre las estrategias de la Mesa del Cáncer que mandató nuestro alcalde Rodrigo Wainraihgt, se definieron 6 ejes que parten en la prevención y terminan con el Observatorio, cuyo objetivo es analizar los datos estadísticos que se van a generar para ver si las estrategias van por buen camino o si se deben redireccionar. En suma, todo lo que significa el análisis y la observación de esta patología tan destructiva y dramática para las familias de nuestra comunidad”, señala.
Como parte del Plan Cáncer, la mesa cuenta con la participación de expertos de la Fundación Arturo López Pérez y recibió el respaldo del Centro para la Prevención y el Control del Cáncer (Cecan), cuyo director, Bruno Nervi, comprometió el apoyo para la creación del Observatorio.
El director de Cecan resaltó que en la actualidad mueren tres chilenos por hora de cáncer, mientras que en la Región de Los Lagos se registran 3 mil casos al año y aproximadamente 1.500 personas fallecen. Así, el análisis oportuno de los datos puede aportar a mejorar la toma de exámenes preventivos, el diagnóstico precoz y el tratamiento, lo que posibilitaría evitar 500 de estas muertes.